La vía romana Caesaraugusta - Beneharnum (Camino Viello) fue, en su momento, una de las tres principales vías que atravesaron los Pirineo.
En esta ocasión hemos salido de Gasteiz para pasar un fin de semana en el valle de Hecho en el Pirineo Oscense alojándonos en el hotel Lo Foratón de Hecho.
(Precio enero 2016: 33 € /habitación doble y 44 € habitación triple. Desayuno 5,50 €/pers. y para cenar tenían un menú a 13 € / Pers.)
Esta circular estaba prevista que fuera más amplia de lo que resultó. Debido a la gran cantidad de agua que descendía por los barrancos, y a veces por otros puntos, se decide acortar el recorrido en previsión de los obstáculos que pudiéramos encontrar en el camino y que impidiesen seguir el recorrido por estar los caminos cortados por las frecuentes torrenteras.
En esta ocasión hemos salido de Gasteiz para pasar un fin de semana en el valle de Hecho en el Pirineo Oscense alojándonos en el hotel Lo Foratón de Hecho.
(Precio enero 2016: 33 € /habitación doble y 44 € habitación triple. Desayuno 5,50 €/pers. y para cenar tenían un menú a 13 € / Pers.)
Esta circular estaba prevista que fuera más amplia de lo que resultó. Debido a la gran cantidad de agua que descendía por los barrancos, y a veces por otros puntos, se decide acortar el recorrido en previsión de los obstáculos que pudiéramos encontrar en el camino y que impidiesen seguir el recorrido por estar los caminos cortados por las frecuentes torrenteras.
Plano del Recorrido
Pefil del Recorrido
Itinerario
Para acceder al punto de inicio de este recorrido seguimos la carretera Hu-V-2132 dirección norte. Hemos de pasar Siresa y el desvío al refugio de Gabardito, tras el cual pasaremos junto a la Borda de Catarecha que dejamos a nuestra izquierda. Seguimos la carretera unos 250 metros hasta encontrar, a nuestra derecha, una zona donde dejar estacionado el vehículo. En total habremos recorrido unos 7 kilómetros desde Hecho.
Para acceder al punto de inicio de este recorrido seguimos la carretera Hu-V-2132 dirección norte. Hemos de pasar Siresa y el desvío al refugio de Gabardito, tras el cual pasaremos junto a la Borda de Catarecha que dejamos a nuestra izquierda. Seguimos la carretera unos 250 metros hasta encontrar, a nuestra derecha, una zona donde dejar estacionado el vehículo. En total habremos recorrido unos 7 kilómetros desde Hecho.
0,00 h. Vía romana
Retrocedemos unos 50 metros de donde hemos dejado el vehículo hasta enlazar con un camino que asciende a nuestra derecha. Un poste con la leyenda de “Vía Romana” nos indica el camino a seguir. En menos de cinco minutos enlazamos con el GR-65.3. La Calzada Romana. La vía romana Caesaraugusta - Beneharnum (Camino Viello) fue, en su momento, una de las tres principales vías que atravesaron los Pirineo. Así que nos unimos a ella y la seguimos a nuestra derecha. No llevamos ni diez minutos por ella cuando encontramos el primer contratiempo. Una enorme torrentera de agua cruza nuestro camino y parece que con ella se acaba el recorrido. La cruzamos como mejor podemos sabiendo que ésta nos iba a cobrar “peaje”. Unos metros después nos topamos con otra torrentera que de nuevo nos cierra el camino, y ésta última es más ancha que la anterior. No sé qué era peor, si dar la vuelta y volver a cruzar la cascada anterior y dar por terminada esta “fallida salida” o intentar cruzar ésta última y seguir adelante. Se opta por seguir adelante y tras pagar el “peaje” (… el pie izquierdo mojado) continuamos el camino con la esperanza de no encontrar nuevos “contratiempos” de éste tipo. Es de suponer que en época estival o en otoño estas torrenteras que cruzan el camino son meros arroyos (… si es que cae algo de aguas). El recorrido se hizo en enero y en los últimos días había llovido bastante ( y nieve en las cumbres). Pero bueno, dejamos atrás los “húmedos barrancos” y continuamos nuestro camino por la Vía romana. Por suerte no nos encontramos con más zonas de torrenteras y el camino, aunque en algunas zonas estaba encharcada, era perfectamente transitable. Pronto salimos a zona abierta y contemplamos maravillados la anchura de esta antigua e importante ruta. Lástima que la visibilidad era casi nula debido a la niebla que cubría el desfiladero de la Boca del Infierno. Seguimos nuestro camino que asciende hasta llegar a las ruinas de una vieja torre de vigilancia. Ésta va a ser la cota más elevada del recorrido.
Retrocedemos unos 50 metros de donde hemos dejado el vehículo hasta enlazar con un camino que asciende a nuestra derecha. Un poste con la leyenda de “Vía Romana” nos indica el camino a seguir. En menos de cinco minutos enlazamos con el GR-65.3. La Calzada Romana. La vía romana Caesaraugusta - Beneharnum (Camino Viello) fue, en su momento, una de las tres principales vías que atravesaron los Pirineo. Así que nos unimos a ella y la seguimos a nuestra derecha. No llevamos ni diez minutos por ella cuando encontramos el primer contratiempo. Una enorme torrentera de agua cruza nuestro camino y parece que con ella se acaba el recorrido. La cruzamos como mejor podemos sabiendo que ésta nos iba a cobrar “peaje”. Unos metros después nos topamos con otra torrentera que de nuevo nos cierra el camino, y ésta última es más ancha que la anterior. No sé qué era peor, si dar la vuelta y volver a cruzar la cascada anterior y dar por terminada esta “fallida salida” o intentar cruzar ésta última y seguir adelante. Se opta por seguir adelante y tras pagar el “peaje” (… el pie izquierdo mojado) continuamos el camino con la esperanza de no encontrar nuevos “contratiempos” de éste tipo. Es de suponer que en época estival o en otoño estas torrenteras que cruzan el camino son meros arroyos (… si es que cae algo de aguas). El recorrido se hizo en enero y en los últimos días había llovido bastante ( y nieve en las cumbres). Pero bueno, dejamos atrás los “húmedos barrancos” y continuamos nuestro camino por la Vía romana. Por suerte no nos encontramos con más zonas de torrenteras y el camino, aunque en algunas zonas estaba encharcada, era perfectamente transitable. Pronto salimos a zona abierta y contemplamos maravillados la anchura de esta antigua e importante ruta. Lástima que la visibilidad era casi nula debido a la niebla que cubría el desfiladero de la Boca del Infierno. Seguimos nuestro camino que asciende hasta llegar a las ruinas de una vieja torre de vigilancia. Ésta va a ser la cota más elevada del recorrido.
0,50 h. Torre (Ruinas)
Nuestro caminar nos lleva a las ruinas de lo que parece fue una torre vigía, de factura romana, ubicada en el punto más elevado del recorrido (aprox. 1.200 m.) Iniciamos aquí el descenso hacia lo que queda del Campamento de San Juan de Dios, junto a la carretera que viene del desfiladero de la Boca del Infierno que hemos sobrepasado por la calzada romana y termina en la Selva de Oza. El agua nos seguirá acompañando durante este descenso ocupando, de vez en cuando, el trazado del camino que hemos de emplear.
Nuestro caminar nos lleva a las ruinas de lo que parece fue una torre vigía, de factura romana, ubicada en el punto más elevado del recorrido (aprox. 1.200 m.) Iniciamos aquí el descenso hacia lo que queda del Campamento de San Juan de Dios, junto a la carretera que viene del desfiladero de la Boca del Infierno que hemos sobrepasado por la calzada romana y termina en la Selva de Oza. El agua nos seguirá acompañando durante este descenso ocupando, de vez en cuando, el trazado del camino que hemos de emplear.
1,05 h. Campamento San Juan de Dios
A otro lado de la carretera se encuentra lo que queda del campamento San Juan de Dios. La intención era seguir la ruta por una senda que continúa al otro lado del río, pero en vista de los contratiempos (torrenteras) que nos hemos encontrado en la ruta de la calzada romana, se decide seguir por la carretera hasta llegar al puente de Sil, donde retomaremos dicha ruta. Un puente metálico da acceso al ruinoso campamento. Así que dejamos el río Aragón Subordán a nuestra derecha y seguimos por la carretera unos 1.100 metros hasta llegar otro puente metálico denominado “Puente Sil” (1,25 h.). Abandonamos la carretera y cruzamos sobre el río dicho puente. Cruzamos el Aragón Subordán y al otro lado nos reencontramos con el Gr-11.1 y Gr-65.3.3 que seguimos a nuestra izquierda dirección a la Selva de Oza. Ahora caminamos dejando el río a nuestra izquierda. Un sendero agradable que gana altura en lazadas nos lleva por el magnífico bosque mixto con abedules, fresnos, avellanos, tilos, serbales, tejos, hayas y abetos, y más adelante por hayedo-abetal con boj. Unos diez minutos después pasaremos junto a una fuente que dejamos a la derecha del camino. En seguida gira a la derecha para adentrarnos en el barranco de Espata, en el que el recorrido ya es en suave descenso y con magníficas vistas del Castillo de Acher (cuando la niebla no se adueña del lugar).
A otro lado de la carretera se encuentra lo que queda del campamento San Juan de Dios. La intención era seguir la ruta por una senda que continúa al otro lado del río, pero en vista de los contratiempos (torrenteras) que nos hemos encontrado en la ruta de la calzada romana, se decide seguir por la carretera hasta llegar al puente de Sil, donde retomaremos dicha ruta. Un puente metálico da acceso al ruinoso campamento. Así que dejamos el río Aragón Subordán a nuestra derecha y seguimos por la carretera unos 1.100 metros hasta llegar otro puente metálico denominado “Puente Sil” (1,25 h.). Abandonamos la carretera y cruzamos sobre el río dicho puente. Cruzamos el Aragón Subordán y al otro lado nos reencontramos con el Gr-11.1 y Gr-65.3.3 que seguimos a nuestra izquierda dirección a la Selva de Oza. Ahora caminamos dejando el río a nuestra izquierda. Un sendero agradable que gana altura en lazadas nos lleva por el magnífico bosque mixto con abedules, fresnos, avellanos, tilos, serbales, tejos, hayas y abetos, y más adelante por hayedo-abetal con boj. Unos diez minutos después pasaremos junto a una fuente que dejamos a la derecha del camino. En seguida gira a la derecha para adentrarnos en el barranco de Espata, en el que el recorrido ya es en suave descenso y con magníficas vistas del Castillo de Acher (cuando la niebla no se adueña del lugar).
1,55 h. Puente de madera
Casi sin darnos cuenta llegamos a barranco de Espata que cruzamos por su puente de madera y tras este, una vez subida una pequeña cuesta, llegamos a un cruce que seguimos a la izquierda. La senda se va haciendo más ancha hasta convertirse en un ancho camino y vamos descendiendo entre pinos y pastos, ahora con la mirada atenta de otra montaña, el Rincón de Alano. Si hacer caso a otros desvíos que encontremos en el camino vamos a descender hasta las praderas de Oza.
Casi sin darnos cuenta llegamos a barranco de Espata que cruzamos por su puente de madera y tras este, una vez subida una pequeña cuesta, llegamos a un cruce que seguimos a la izquierda. La senda se va haciendo más ancha hasta convertirse en un ancho camino y vamos descendiendo entre pinos y pastos, ahora con la mirada atenta de otra montaña, el Rincón de Alano. Si hacer caso a otros desvíos que encontremos en el camino vamos a descender hasta las praderas de Oza.
2,15 h. Praderas de Oza
Descendemos a la carretera y cruzamos de nuevo el río Aragón Subordán. Para regresar al punto de partida vamos a seguir precisamente la carretera, para disfrutar así del paso por el desfiladero de la Boca del Infierno: los grandes árboles, las rocas rezumando agua, el caudaloso río, con rápidos y saltos. Pasaremos junto al Puente Sil y llegaremos al tramo más angosto de la foz, donde el agua espumea entre caos de grandes piedras y las paredes verticales no dejan apenas entrar los rayos solares.
De repente, sin apenas darnos cuenta, se abre el valle y aparece la casa de ICONA, las bordas y los prados. Estamos muy cerca de finalizar este bello recorrido (+/- 650 metros) en el que hemos mezclado y disfrutado del histórico trazado de la Calzada Romana, la belleza de la Selva de Oza y el vertiginoso desfiladero de la Boca del Infierno.
Descendemos a la carretera y cruzamos de nuevo el río Aragón Subordán. Para regresar al punto de partida vamos a seguir precisamente la carretera, para disfrutar así del paso por el desfiladero de la Boca del Infierno: los grandes árboles, las rocas rezumando agua, el caudaloso río, con rápidos y saltos. Pasaremos junto al Puente Sil y llegaremos al tramo más angosto de la foz, donde el agua espumea entre caos de grandes piedras y las paredes verticales no dejan apenas entrar los rayos solares.
De repente, sin apenas darnos cuenta, se abre el valle y aparece la casa de ICONA, las bordas y los prados. Estamos muy cerca de finalizar este bello recorrido (+/- 650 metros) en el que hemos mezclado y disfrutado del histórico trazado de la Calzada Romana, la belleza de la Selva de Oza y el vertiginoso desfiladero de la Boca del Infierno.
3,40 h. Vía romana
El tiempo que vamos a emplear para la vuelta es difícil de cuantificar, ya que hay un sinfín de lugares que invita a hacer un alto en el camino donde hacer fotos o simplemente disfrutar de las vista que éste paraje ofrece al caminante. Y la llegada al punto de inicio damos por terminada este hermoso recorrido por la Boca del Infierno y alrededores.
El tiempo que vamos a emplear para la vuelta es difícil de cuantificar, ya que hay un sinfín de lugares que invita a hacer un alto en el camino donde hacer fotos o simplemente disfrutar de las vista que éste paraje ofrece al caminante. Y la llegada al punto de inicio damos por terminada este hermoso recorrido por la Boca del Infierno y alrededores.
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